¿que debería hacer para divertirme?(libre)

Ya amaneció e Izayoi apenas estaba despertando de un sueño a su parecer bastante aburrido, el rubio fue a arreglarse luego de dejar una taza de café en la mesa que luego de alistarse, valga la redundancia, iría a terminar. -Umm, ¿Qué haré hoy?- decía mientras se cepillaba los dientes. Salió pensando del baño… siguió pensando hasta terminar su café y al ver dentro de la taza y prestar atención a lo que formaban los finos granos restantes de la sustancia decidió por fin ir al bosque que estaba cerca del ciudad donde se hospedaba temporalmente, estaba de visita en la casa de los abuelos de un compañero suyo, pero estos tenían planes para la tarde y él quería desaparecer un rato antes para dejarlos a solas como corresponde. Lavó todo lo que había utilizado y se dispuso a preparar el bolso que llevaría a la “excursión”. –Primero tengo que saber que voy a hacer cuando llegue allá. Si no me equivoco, hay un río y buenos lugares para acampar…- Esto último lo vio de reojo cuando era llevado hasta ese sitio, ya que la vista de la carretera daba en algún punto a ese bosque. –…Pues bien, que hay, una caña de pescar y anzuelos… la carpa, muda de ropa y bebida. Eso es todo, creo que no me olvido nada… oh, los reflectores.- empacó estos últimos y luego dejó pasar el tiempo, para esto, fue a dormir nuevamente y cuando despertara era la hora a la que saldría.
Una vez despierta Izayoi  se levanta y toma sus cosas para salir fuera de la casa.-Ya es hora…- suspiró y se dirigió al bosque el cual estaba a unos kilómetros de la ciudad, él estimaba que aproximadamente era un kilómetro y medio.
–No falta mucho, ya veo la arboleda.- Apresuró el paso echando a correr para meterse de una vez dentro del bosque, siguió corriendo hasta ver la luz entre los árboles, cuando llegó a la luz, tropezó y cayó directo al río salpicando una gran cantidad de agua y mojando la ropa que llevaba puesta y la muda que llevaba en el bolso, antes de caer logró soltar los reflectores que llevaba en el bolso de mano. Salió del agua algo amargado y estirando los hombros de su ropa con las manos para sacar un poco el agua. –Agh… estoy todo empapado…- suspiro y luego forzó una sonrisa y dijo. –Que divertido...- se tiró a un lado del agua entre los árboles y en ese lugar estableció su carpa, encendió la fogata y luego puso la caña con el anzuelo, la cual era sostenida por un soporte que había ideado con unos palos ya que las piedras que encontraba en ese lugar eran pequeñas y tampoco eran pesadas. Así se le fue una buena parte del tiempo, y para su desgracia no tenía qué comer, no se le había acercado ni un solo pez desde que empezó la pesca, por alguna razón todo lo que había planeado se echó a perder por lo que tuvo que ir a recostarse sin comer. –No fue nada bueno salir sin comida… que mala idea- Nuevamente forzó una sonrisa y seguida de esta, una carcajada bastante convincente. Para evitar la frustración trató de dormir, pero sentía una presencia y por esta razón no podía estar tranquilo, además también escuchaba aparentes quejidos a la distancia… -¿Qué será eso…? Esperaré a que me encuentre, así será más divertido.- Hablaba en voz alta para no sentirse tan "solo".

Ya estaba todo en orden, la carpa levantada, la ropa secándose, el fuego en el medio del campamento, hasta él se había puesto su ropa adicional, lo único que estaba fuera de lugar, era que no tenía comida. –Aaaaagh ¡malditos peces!- amaba estar entre la naturaleza, es algo que lo mantiene tranquilo, sin embargo, el hambre le gana a la paciencia en su caso. Optó por recostarse y dormir un poco para olvidarse de que su almuerzo/cena no estaba servida, y posiblemente no lo estaría para ese mismo día, a menos que tome decisiones rápidas y correctas... o incorrectas, cualquier cosa sea por comer para Izayoi.

En todo momento estuvo atento, cada vez sentía más cerca el ruido de lo que él creía era un animal -Definitivamente, cada vez lo escucho más cerca...- Un poco más alarmado y a la espera de algún movimiento brusco para hacer algún contraataque, ya que juzgaba que era hostil por la forma rápida en la que se movía. Cuando por fin se acercó lo suficiente como para verlo, el ruido cesó, y ya no pudo saber de dónde fue lo último que escuchó... Actuó tranquilo, dejó de sentir esa presencia alarmante, se mostró todo más relajado y hasta se podía escuchar el aleteo de los pájaros en armonía con el viento. -Oh, se detuvo.- Dijo acostado de la misma manera en la que se había echado para olvidar su apetito ,trató de tranquilizarse pero repentinamente vio algo de reojo, al parecer un objeto que planeaba, del tamaño de una mano, este objeto le cayó en la cara -¿Qué… un avión de papel? ¿Por qué está esto aquí?- Miró a varios lados y luego miró detenidamente el avión y alcanzó a divisar unos dibujos dentro de los pliegues de este estilo complicado de hacer algo normalmente sencillo. – ¿Uh?... Ja- Sonrió de lado al ver el bosquejo plasmado en el papel, agachó la cabeza y luego se sacó su camisa y los pantalones, acto seguido, tomó una red de dentro de la carpa, se tiró metió al río y nadó hasta la parte más honda del lugar, una vez allí se sumergió y al minuto aproximadamente salió con varios peces en la red. –No quería mojarme más, pero tengo mucha hambre y no tengo ganas de terminar como tus dibujitos…- dijo una vez que llegó a tierra, y sonrió de lado diciendo esto último.

Limpió los pescados y los preparó para cocinar. Fue a secarse y a vestirse, luego se puso a preparar los pescados, los cuales terminaron de cocinarse justo a tiempo para la cena. *No parecía tan agresivo como pensé. Puede ser que siga cerca, hablaré en voz alta por las dudas* – ¿Tienes para comer no? Si quieres puedo darte de lo que agarré hace rato, me parece que sobrará bastante.- Dijo en voz alta casi gritando, dando la espalda al lugar de donde había venido el avión anteriormente, esperó un rato pero no recibió respuesta. – Pues bueno, debes de ser tímido, puedes quedarte tranquilo, no pretendo nada raro.-

*Quiero tragarme mis palabras, que imbécil* Una mujer había hecho una entrada triunfal, aunque a su parecer solo era una excéntrica manera de lucirse… - Wow, eras una chica…- *…Bastante linda por cierto…* -Ideal…- murmuró muy bajo. * Lindas piernas, si si, con buen gusto aparentemente* La ojeaba rápidamente pero sin perder un detalle. *Sus ojos… son muy…* -…brillantes- *… rojos como el fuego, raro, pero lindo* Volvió a prestarle atención a la chica que había caído frente a él desde algún lado. * ¿Cómo me dijo? ¿Cara de tinta?* luego de recapacitar un rato, se dio vuelta a ver su toalla y al ver que algo oscuro se escurría de ella decidió acercarse al agua para tratar de ver el reflejo de su cara, aunque solo vio un par de ondas cruzando sobre su aparente reflejo lo único que alcanzó a ver fue lo necesario, su cara se había manchado con algo oscuro… que no saldría fácil. – Temee…- dijo sin darse cuenta y metió su cabeza bajo el agua para sacarse lo que se había adherido a su cara mientras hacía esto escuchaba risas provenientes de su espalda. Una vez que terminó de sacarse lo que tenía en la cara, se levantó y se dio la vuelta para enfrentar a aquella chica y responder a sus cuestiones. – Pues, no estaba confiado en lo absoluto, solo que, después de que estuve indefenso un buen tiempo sin sentir tu presencia y al ver que no ibas a hacer nada malo, decidí simplemente quedarme tranquilo…- una complicación menos. – Por cierto, ¿acabaste con tus bromas?- dijo algo molesto. – Aunque me encanta jugar con las personas, en este momento no se me ocurre nada más que hacer, solo quiero comer y si gustas, acompáñame y mientras charlamos.- Sonrió y se sentó en el suelo junto al fuego para comenzar a comer.

Tomó uno de los pescados y comenzó a mordisquearlos, pero sentía como si faltase algo… *se siente muy simple* en ese mismo momento, vio que su acompañante se había volteado a buscar algo en unos arbustos, lo que faltaba para que sea una comida decente, unos hongos comestibles… -J…ja- contuvo la risa. * Es como un pequeño cerdito encontrando trufas… pero bueno, no puedo reírme de eso, me ha salvado la cena.* echó a la comida lo que ella había traído, aunque primero los  lavó y luego los puso en el recipiente. La chica había hecho otra pregunta y con eso le dio oportunidad de hablar, luego de que ya se había lucido lo suficiente, era su turno de parecer el idiota… *¿Qué puedo decirle? ¿Algo para quedar bien?*- Etto, vine para despejarme, en realidad fue para dejar de molestar a una familia con la que me hospedaba en un pueblo cercano- … * Para que mentir, de todas formas pareceré un idiota* - ¿Y tú? Parece que vienes seguido a estos lugares, sabes mucho de cómo sobrevivir…- trató de preguntar sin hacer que se incomode, un paso a la vez, de esta manera progresaría en la charla y dejaría de aburrirse al tener más temas de qué hablar.

Prestaba atención a todo lo que le decía su invitada, mientras comía y de vez en cuando ambos se reían, al parecer le había quedado un poco de tinta en la cara y esto a ella le causaba gracia, pero a Izayoi ya no le importaba, le gustaba ser gracioso frente a los demás. – A todo esto ¿De dónde eres?- dicho esto, se echó atrás para acostarse y se puso a mirar las estrellas que comenzaban a vislumbrarse en el cielo. * ¿Hace cuanto que no veía las estrellas…?* Volvió a verla a ella… *Son tan brillantes como sus ojos…* -Tsk…- chistó. * ¿Pero qué cosas estoy diciendo? debe ser la situación. Siendo sinceros, creo que también hace mucho que no estaba con una chica...* La miraba de reojo de vez en cuando, aunque surgió el silencio él aún escuchaba las risas de la chica, por la tinta en su cara, al parecer habían dejado alguna forma abstracta que sólo ella entendía. Se levantó del suelo y volvió a meter su cabeza al agua para limpiarse y no salió de ahí hasta que su cara quedó completamente limpia. *Insisto, es la situación, ¡¡aquí no pasa nada!!* Se secó la cara con la manga y se dio vuelta a verla a ella. -¿Qué sigue? estoy aburrido- esperó una respuesta para decir su frase característica. *¡Tanoshimou ze!*

-¿Eh…?- Se sorprendió por la invitación. *¿¡Un oso!?*-¿Cazar…?- *¿Qué pasa con ella? Pensé que era más tranquila o por lo menos no tan temeraria* La idea lo emocionaba, siempre quiso cazar cosas grandes pero nunca tuvo la oportunidad y ahora que la tenía se sentía rara, se lo ofrecía una chica desconocida aparentemente menor que él. *Qué desgracia, aunque no está del todo mal* Agachó la cabeza cómicamente y luego de unos segundos volvió a dirigirle la mirada a la chica que decía con un tono altanero que “si le interesaba mañana se encontraban a las 6”. *Pero que creída…* Sonrío y la veía alejarse. –Pues hasta mañana- la saludaba desde la lejanía.

Pasaron las horas y no podía dormir de la emoción, estaba tan inquieto que se puso a contar estrellas por la claraboya de la carpa hasta poder dormirse, pero no, a este paso no podría asistir del sueño o tal vez sí pero no estaría al cien por ciento y sería un estorbo además de ser una vergüenza ya de por sí. –Creo que lo mejor es dar una vuelta al bosque, volveré cansado y podré dormir- Hablaba en voz alta para no sentirse sólo, no era porque no le gustase estar sólo sino que era aburrido. Se adentró en el bosque, en un camino que iba en línea recta desde su carpa a la arboleda, muy oportuno. -¿Es el camino por donde ella se fue o no?- continuo su rumbo por ahí hasta que llegó a la cascada, no alcanzo a observarla ya que apenas al asomarse para ver, bostezó por esto consideró volverse a dormir para estar tranquilo al día siguiente. Llegó a su campamento, se metió a la carpa y se durmió al instante, pero, no había puesto un despertador…

Ya era de mañana y para cuando él despertó ya había amanecido, eran las 6 de la mañana justas, tomó lo que pudo, se mojó la cara en el río y salió corriendo hacia la cascada para llegar a tiempo. Una vez ya en el lugar, miró la hora y vio que había llegado sobrado de tiempo, 5 minutos antes son 5 minutos antes, lo harían parecer emocionado y comprometido, no quería mostrar esto, así que se fue a dar una vuelta por ahí hasta que se hiciera la hora justa para aparecer. *No es por orgullo, pero no quiero que lo mal interprete* Sonrió  y apenas se hizo un minuto antes de que la chica partiera sin él, apareció y la saludo desde lejos con una sonrisa y la mano en alto. Se acercó a ella, se puso su mochila al hombro y le dijo con una expresión de felicidad en el rostro. -¿Por dónde empezamos?-